Salió y se encaminó, como de costumbre, al monte de los Olivos, y lo siguieron los discípulos. Al llegar al sitio, les dijo: «Orad, para no caer en tentación». Y se apartó de ellos como a un tiro de piedra y, arrodillado, oraba diciendo: «Padre, si quieres, aparta de mí este cáliz; pero que no se haga mi voluntad, sino la tuya». Y se le apareció un ángel del cielo, que lo confortaba. (Lc 22, 39-43).
Un Jueves Santo diferente, hoy no podrás desfilar por las calles de Cuenca, pero sí lo harás desde el corazón de cada uno de tus hermanos.
#JuevesSanto2021
Vídeo y montaje: Xavi Hevia.
