El fin de semana comenzó con ilusión
ya que, para nuestra Hermandad, fue su primera participación en el torneo. El
sábado comenzaba fenomenal; jugadores y animadores en el campo de la “Bene”
acudían a primera hora (como se nota que había ganas y muchas). El resultado
del partido daba igual, aunque en el primer encuentro empatamos con el
Resucitado y que, para la primera vez que jugamos, no está nada mal. El
desarrollo de la mañana fue normal, conociéndonos unos a otros y haciendo
hermandad, con mayúscula, entre partido y partido.
Al regreso de la comida tan sólo
disputamos un partido, contra la Banda de la Junta de Cofradías, a quien
nuestra hermandad tiene un gran apego. En dicho partido se notó la calidez y
amistad que nos une, resultando un partido precioso y que cayó de nuestra parte
en los últimos minutos.
Para finalizar el torneo, quedaba la
última jornada del domingo, un domingo madrugador, un domingo de cierta
desgracia deportiva para la hermandad, pues no supimos vencer ningún encuentro.
No nos molestaba porque conseguimos un gran hermanamiento (lo verdaderamente
importante) entre jugadores y, sobre todo, con nuestros animadores en la grada
siempre celebrando nuestros goles.
Habría que destacar, también, el
emocionante hermanamiento y sana convivencia entre el resto de las hermandades
participantes el fin de semana, aparcando la competitividad a un lado y
disfrutando realmente del deporte y de la Semana Santa conquense. Y, sobre
todo, recalcando que es un torneo solidario y con fines benéficos; habiéndose
recaudado una cifra nada despreciable como son los 1800€ que serán destinados a
obras de caridad.
En conclusión, ha sido un fin de
semana espléndido, para volver a repetir y conseguir que, cada año, vayan
apuntándose más hermanos tanto al equipo como en las gradas. Finalmente, hay
que transmitir toda nuestra gratitud, como queda dicho, a los jugadores, a los
hermanos en las gradas animando, al patrocinio por ayudarnos en las
equipaciones y cómo no, a la directiva de la
hermandad, que ha hecho todo este pequeño gran sueño como algo posible.
¡Un saludo a todos los herman@s del
Huerto de San Antón!
Por Rubén Polo González, hermano de la Venerable Hermandad de
Nuestro Padre Jesús Orando en el Huerto (de San Antón).